Tea Break. Cita a ciegas con un libro

Un año más se celebra la Feria del Libro en Tijuana, B.C., siempre procuro asistir con el bolsillo lleno; lista para comprar, como cualquier amante de la lectura; libros que me gusta y libro que quiero comprar. Obviamente el bolsillo tiene un límite que es lo único malo de estar en un lugar inundado de libros, que los quieres todos pero es algo imposible, así que en estas ocasiones para no gastar como una desquiciada que poco me falta, voy con una lista previa de libros que quiero conseguir, principalmente estos son libros clásicos y manejo una partida extra en mi presupuesto literario para adquirir algún libro no considerado en mi listado previo.

Así que en esta ocasión ese extra invertí en una cita a ciegas con un libro o mejor dicho con dos libros, y se preguntaran a que me refiero con esto os explicare como va este asunto... ya había terminado le adquirir los libros que quería y había escuchado un rato en concierto de Jazz & blues que estaban dando en la feria, así que di un último recorrido a los estantes antes de irme a mi casa, en uno de los puestos veo gente reunida y tomando libros de las paredes los cuales estaban envueltos y parecían que tenia escrito algo, me acerque para ver qué pasaba y efectivamente eran libros envueltos y en el envoltorio venia escrito una frase al preguntar me comentan que es una frase del libro que contiene adentro. Me pareció algo interesante y divertido este proyecto de "Cita a ciegas con un libro" ya que uno tenía que comprar un libro con la frase que te llamara más la atención y al mismo tiempo tratar de imaginar de que iba el libro, el valor de estos libros era de $ 50.00 pesos que son bastantes económicos, así que imaginaba que eran clásicos y decidí comprar uno. Obviamente estuve buscando un buen rato hasta que encontré dos frases que me llamaron la atención y al no decirme me compré los dos, vale para eso uno está allí o no.

La curiosidad de desenvolver allí era muy grande, así que tenía que aguantarme ya que había decidido abrirlos en mi casa para que la emoción o decepción que me causara la pudiera expresar a todo esplendor. Así que tenía que aguantar la curiosidad durante el trayecto a mi casa...vaya tortura auto infligida la mía... pero si hay que disfrutar de las cosas más vale hacerlas bien.      

Al llegar a mi casa  lo primero que hice fue descubrir los libros con los que tendría una cita a ciegas  y al desenvolverlos estaba emocionada y preocupada a la vez porque no sabía si lo que iba a encontrar me gustaría o no, sin embargo, cual va siendo mi sorpresa que los libros que encontré no eran clásicos y que al leer el argumento me parecieron interesantes.

Así que aquí os dejo el argumento de ambos libros y en cuanto los lea hago la reseña a ver qué tal resulto esa cita a ciegas:

Mientras nieva sobre los cedros de David Guterson: “Un joven pescador es hallado muerto, atrapado entre las redes de su barco, en las aguas de una pequeña y tranquila isla del Pacífico Norte. La sospecha de asesinato perturbará la calma existente entre los habitantes de la isla, para los que las heridas de Pearl Harbor y la confrontación entre norteamericanos y japoneses en la guerra parecen no haberse cerrado. Kazuo Miyamoto, amigo de la infancia del joven pescador asesinado, es el principal sospechoso. Ishmael Chambers, director del periódico local, se encarga de cubrir el caso y observa cómo el juicio consigue sacar a la luz ciertos acontecimientos ocultos. En este ambiente, Ishmael se reencontrará con Hatsue, su gran amor de adolescencia y esposa del acusado.

El juicio y una espiral de acontecimientos despertarán viejos fantasmas y revelarán rencores soterrados. Mientras, la nieve sigue cayendo sobre los cedros y la historia va descubriendo perversas ambigüedades, arreglos de cuentas con el pasado y sentimientos subyacentes, como el racismo, la culpa, la moral individual y el amor.”

La confesión de Enrique Nanti: “Enrique Palmarés es un joven quinceañero, después de 12 años de abusos y tras una terrible violación que casi le cuesta la vida, decide denunciar a su agresor, el padre Graciano. El sacerdote en su declaración ante la policía local se defiende bajo el argumento de que lo de ellos era más que una relación sexual.”