VadeReto: Diciembre 2025- El Salón de la Luz Azul
diciembre 12, 2025¡Hola a todos! Bienvenidos nuevamente a Enredados entre Libros. Hoy les traigo mi participación en el VadeReto de este mes de Acervo de Letras, les dejo AQUÍ el link para que revisen la base del reto.
La propuesta para este mes es: CUENTO DE CUENTOS. En la siguiente imagen será el escenario inicial de TODOS los relatos:
Se trata del salón de una mansión, caldeado por una espléndida chimenea e ideal para reunirse a contar historias.
Este cuento será el inicio de vuestros relatos:
En la gran mansión suena la campana que avisa de la llegada de un nuevo huésped.
El anciano, pero todavía servicial mayordomo, acude a abrir la vetusta y pesada puerta que da acceso a nuestro caserón.
Al abrirla, se encuentra con un extraño personaje.
—Buenas noches, amable caballero —responde con un estremecimiento y ligero castañear de dientes—. Me he perdido y estoy helado de frío. ¿Podría cobijarme durante la noche en vuestra amable y calidad residencia?
—¡Por supuesto! —Dice el anciano, mostrando un gesto de satisfacción—. Pasad y consideraos, desde este mismo momento, nuestro huésped. Os están esperando en el Salón.
—¿Cómo? ¿A mí?
—¡Efectivamente! —Responde el mayordomo y, sin más preámbulos, lo acompaña hasta la inmensa sala.
Nada más entrar, se nota la calidez de una enorme chimenea. Delante de ella hay un grupo de personajes, sentados en el suelo, que lo saludan y le dan la bienvenida. Unas extensas mesas muestran una gran variedad de viandas y suculentos néctares, fríos y calientes.
—Como puede usted ver —añade el mayordomo—, puede usted quitarse el frío, el hambre y la sed. Si necesita algo más, solo tiene que pedirlo. Pero…
—¡Vaya! Ya llegamos al pero de siempre… Seguro que tengo que pagar algo. ¿Verdad?
—¡Efectivamente! —responde el anciano.
—¿Y me va a salir muy caro? No llevo gran cosa en los bolsillos.
—Será sencillo y barato. Acomódese junto a sus compañeros y cuéntenos un Cuento.
Y a partir de ahí… el relato corre por nuestra cuenta.
Las condiciones para este reto son:
∞ El relato tendrá que comenzar con el texto (o una versión muy
similar) del prólogo que he contado.
∞ Cada uno se convertirá en el personaje que llega a la Mansión,
porque este será el narrador de la historia.
∞ Pueden elegir entre una persona humana, un animal, una criatura
feérica: un gnomo, un duende, un hada… Lo que más les guste.
∞ Como pago por el hospedaje tienes que contar un Cuento.
∞ Pueden interactuar con los demás personajes o limitarse a ejercer
de Cuenta Cuentos.
∞ Al final de la historia pueden simplemente añadir una reverencia,
agradeciendo los aplausos, o incluir las reacciones de los oyentes.
∞ Como añadido voluntario, cada vez que comente uno de los relatos, en cada blog, tendrá que hacerlo como uno de los personajes que lo escuchaba en el Salón, junto a la chimenea.
Cita:
«Ignora que
todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las mentiras son cuentos».
Carlos Ruiz Zafón
Sin más les comparto mi participación de este mes:
﹀﹀﹀ • • • El Salón de la Luz Azul━━━
En la gran mansión suena la campana que avisa de la llegada de un nuevo huésped.
El anciano, pero todavía servicial mayordomo, acude a abrir la vetusta y pesada puerta que da acceso a nuestro caserón.
Al abrirla, se encuentra con un extraño personaje.
—Buenas noches, amable caballero —responde con un estremecimiento y ligero castañear de dientes—. Me he perdido y estoy helado de frío. ¿Podría cobijarme durante la noche en vuestra amable y cálida residencia?
—¡Por supuesto! —Dice el anciano, mostrando un gesto de satisfacción—. Pasad y consideraos, desde este mismo momento, nuestro huésped. Os están esperando en el Salón.
—¿Cómo? ¿A mí?
—¡Efectivamente! —Responde el mayordomo y, sin más preámbulos, lo acompaña hasta la inmensa sala.
Nada más entrar, se nota la calidez de una enorme chimenea. Delante de ella hay un grupo de personajes, sentados en el suelo, que lo saludan y le dan la bienvenida. Unas extensas mesas muestran una gran variedad de viandas y suculentos néctares, fríos y calientes.
—Como puede usted ver —añade el mayordomo—, puede usted quitarse el frío, el hambre y la sed. Si necesita algo más, solo tiene que pedirlo. Pero…
—¡Vaya! Ya llegamos al pero de siempre… Seguro que tengo que pagar algo. ¿Verdad?
—¡Efectivamente! —responde el anciano.
—¿Y me va a salir muy caro? No llevo gran cosa en los
bolsillos.
—Será sencillo y barato. Acomódese junto a sus compañeros y cuéntenos un Cuento.
En ese momento, mis orejas de felino se irguieron desde la galería superior, donde siempre ocupo un puesto privilegiado entre las columnas corintias. Mi pelaje negro azabache absorbía la escasa luz, haciendo que solo mis ojos verdes esmeralda resaltaran en la penumbra. Yo era Silvana, la Cuenta Cuentos residente, y mi turno de ejercer el pago por el hospedaje era, efectivamente, el siguiente.
El recién llegado, todavía temblando por el frío de la noche y la sorpresa, alzó la vista y no pudo evitar el asombro. Vio el vasto y asombroso Salón Central: la chimenea, tallada en un estilo gótico recargado, crepitaba bajo la vasta cúpula abovedada. De la cornisa central no colgaba araña alguna, sino que ascendía una columna de luz etérea y azulada, un fenómeno mágico que se disolvía en la oscuridad del techo, como una aurora boreal embrujada. No había nadie sentado en el suelo; más bien, los otros huéspedes, una congregación de seres antropomorfos de pelaje, plumas y escamas, ocupaban los sillones de terciopelo que bordeaban las galerías superiores, observándolo desde lo alto con curiosidad silenciosa.
Me deslicé por las escaleras de caracol con la agilidad sigilosa propia de mi especie y me coloqué directamente frente al hogar, cuya ardiente llama era el único punto de luz cálida y natural en toda la estancia. Mis ojos verdes brillaron con una mezcla de diversión y la solemne responsabilidad de mi tarea.
—Mi turno —anuncié, modulando mi voz femenina con la suavidad del ronroneo—. Bienvenido, viajero. El precio de la calidez es, sencillamente, una historia. Permítame mostrarle cómo se hace.
Y sin más dilación, comencé mi Cuento, mis palabras resonando en las maderas nobles: "En las profundidades del Bosque Ancestral, donde los árboles susurran secretos olvidados y la magia fluye como el humo que ven ascender, existía una vez un espejo que no reflejaba el futuro, sino los miedos ajenos..."
Con gestos fluidos de mis garras enguantadas y cambios dramáticos en el tono, narré la historia con tal detalle que las sombras de la sala parecieron moverse y bailar al compás de mis palabras, y por un momento, la columna de luz azul sobre la chimenea pareció intensificarse, reaccionando a la energía del relato. Al terminar, la sala quedó suspendida en un silencio expectante que duró un instante eterno, antes de que una ola atronadora de aplausos resonara en el imponente salón. Hice una profunda reverencia, agradeciendo su atención, mientras mi cola de pelaje negro se movía suavemente de un lado a otro en señal de satisfacción.
Con esto concluimos el día de hoy, me encantaría conocer su opinión al respecto.
¡Nos vemos en la próxima, chao!







12 comentarios
Hola
ResponderEliminarNo se como te las ingenias, pero siempre me das algo de oscuridad jajajajaja me gusta
Un bes💕
Muy interesante este relato!
ResponderEliminarUn abrazo grande ♡
Genial relato. te mando un beso.
ResponderEliminarhola
ResponderEliminarque reto tan interesante y la continuacion te ha quedado muy bien, no lo esperaba n.n
saludos
Hola, Cecy.
ResponderEliminarHas trabajado el VadeReto de una forma muy extraña. Por un lado, la sibilina Silvana le arrebata la narración al recién llegado; por otro, empieza a contar el cuento, pero no lo llegamos a "escuchar".
Si pretendías la expectación y el suspense, lo has conseguido plenamente, pero... ¡Yo quiero conocer el resto de la historia! Porfa, porfa, porfa, porfa...
Si hace falta te dejo el salonsito del Acervo con su chimenea bien caldeada y las mesas llenas de delicias del Sú. Vente con la linda gatita y deleitas a la familia acevolense con su cuento.
Un Abrazo
Hola :)
ResponderEliminarEl reto es genial, te ha quedado perfecto.
Besos
Hola, me ha encantado tu relato, te ha quedado muy bien, muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola Cecy, interesante aporte con la cuenta-cuentos mostrándole al recién llegado cómo se debe de contar una historia. Me parece que hubiera estado muy bien que conociéramos la historia en sí, pues tan sólo la bosquejas y nos dejas con ganas de saber cómo va el cuento. Me gustó mucho el personaje de la gata que cuenta cuentos. Enhorabuena.
ResponderEliminarHola Cecy
ResponderEliminarCreo que nos has sorprendido a todos muy gratamente. Después de una excelente descripción del ambiente y la magia del gran salón, Silvana, la Cuenta Cuentos residente, tomando el turno del recién llegado, se erige en protagonista y nos pone la miel en los labios con su cuento. Con cambios dramáticos en el tono, comienza a contar la historia. Vimos las sombras de la sala moverse y bailar al compás de sus palabras. También vimos la columna de luz azul sobre la chimenea. Y sentimos el silencio expectante que sigue durando y durando porque no nos enteramos del cuento. ¡Por favor, no nos dejes así! ¡Queremos conocerlo!
Una forma sumamente original para tu aporte. ¡Genial! Un abrazo de Marlen
Hola Cecy,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho y me parece muy original. Me permito resumirlo
Una descripción de un personaje y de la estancia que nos pone a tono.
Una gata cuenta cuentos que le pisa el cuento al que lo tiene que contar.
Un cuento que se inicia pero no acaba, y eso que empieza muy bien.
Es en definitiva, el cuento del cuento que cuenta una gata en el que se inicia un cuento...
Es como una matrioska pero en cuento.
Me ha gustado mucho y, repito, me parece de lo más original.
Un saludo
Adorei como continuaste a hist´poria,Cecy!
ResponderEliminarMuito legal e a narrativa lá no salão azul foi muito convincente, pois os aplausos vieram a ponto da luz mudar de cor.
Adorei!
beijos, tudo de bom,chica
ResponderEliminarEstimada Silvana, Cuenta Cuentos de luz azul y pelaje de sombras. Desde mi cojín en la galería superior, donde el musgo de mi túnica se enreda con el polvo de los siglos, he seguido el rastro de tu voz como se sigue el hilo de plata de un sueño. Tu relato no fue simplemente narrado; fue convocado. Mientras hablabas del espejo que refleja miedos en el Bosque Ancestral, sentí cómo las raíces de esta misma mansión respondían con un temblor casi imperceptible. Esa columna de luz azulada que asciende hacia la nada no es un mero adorno, lo comprendí en el instante en que se intensificó: es el axis mundi de este lugar, el canal por donde ascienden las historias verdaderas para alimentar a algo, o a alguien, que habita más allá de la bóveda. Tú no pagas con un cuento; pagas con un acto de magia narrativa que este salón ávido consume. Lo fascinante, querida felina, es que tus oyentes no somos solo espectadores. Somos testigos necesarios. Nuestra atención, nuestro silencio expectante, es el combustible que completa el ritual. Al aplaudir, no celebramos solo tu destreza, sino el éxito de una transacción arcana: has intercambiado un relato de miedos ancestrales por el calor de este hogar, en un trueque que sostiene el misterio mismo de la mansión. En mis anales subterráneos, registraré tu sesión no como un simple cuento, sino como una ceremonia de alta narcomancia. La próxima vez que la luz azul brille con más fuerza, sabremos que alguna otra Silvana, en algún otro rincón del tiempo, está contando su verdad. Gracias por recordarnos que las mejores historias no se escuchan: se presencian.
Con el respeto de un colega de oficio,
Gronel, el gnomo de las historias durmientes.
Felices fiestas y próspero 2026
Gracias por visitarme. Me encantaría saber lo que opinas de este tema, por favor déjame tu comentario.
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