¡Hola a todos! Bienvenidos nuevamente a Enredados entre Libros. Hoy les traigo mi participación en el VadeReto de diciembre de Acervo de Letras, al que llegué a través del blog de Nuria (Bitácora literaria).

Así que la propuesta para el VadeReto de diciembre es: Cuéntame un cuento.

Para efectos de este relato me inspire en la siguiente imagen y cita mencionadas mencionada en la base para el reto de diciembre:

“Mira en tu propio corazón, porque quien mira afuera sueña, pero quien mira adentro se despierta”

Jane Austen

Ahora sin más los dejo con mi relato:

﹀﹀﹀ •   •   • El último capítulo━━━

Eran las once de la noche cuando el teléfono sonó, interrumpiendo mi sueño. Con los ojos aún pesados, busqué el aparato en la oscuridad y contesté. La voz sollozante de mi madre me despertó de golpe: la abuela había fallecido.

La noticia me paralizó. Una profunda tristeza me invadió mientras intentaba tranquilizar a mi madre, que entre sollozos me contaba lo sucedido. La abuela había estado leyendo en su silla mecedora, como solía hacer, cuando de repente se inclinó hacia un lado. Al verla inmóvil, mi madre sintió un miedo atroz que se confirmó al llamar a una ambulancia.

Con el corazón encogido, me preparé rápidamente y conduje hasta la casa de mi madre. Durante el trayecto, mis pensamientos volvieron a mi infancia. Recuerdo las tardes interminables en casa de la abuela, jugando en el jardín, comiendo sus deliciosos panecillos y escuchando sus cuentos. Ella nos leía con una voz suave y cálida, despertando en nosotros la magia de la lectura. Desde cuentos infantiles hasta novelas clásicas, la abuela nos transmitió su amor por los libros.

Al llegar, encontré a mi familia reunida en la sala. Un ambiente de tristeza y nostalgia envolvía la casa, pero también de amor y gratitud. Compartimos recuerdos, anécdotas y risas mientras recordábamos a la abuela. Era como si ella estuviera presente en cada palabra, en cada sonrisa.

La pérdida de la abuela fue un golpe duro para todos nosotros, pero también una oportunidad para celebrar su vida y el legado que nos dejó. Su amor, su sabiduría y su pasión por la lectura vivirán siempre en nuestros corazones.

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Con esto concluimos el día de hoy, me encantaría conocer su opinión al respecto.

¡Nos vemos en la próxima, chao!