¡Hola a todos! Me complace anunciar una nueva entrega de mi colaboración con el blog Mil y una narraciones. Esta iniciativa me permite explorar el género fantástico y compartir mis creaciones con ustedes.

Cabe señalar que la iniciativa consiste en elaborar un microrrelato de fantasía con una extensión de 200 palabras, al ser de género fantástico, debe de contar con seres como duendes, brujas, magos, dragones, laminas, leprechauns entre otras criaturas. Adicional se deberá proporcionar una imagen relacionada con el relato.

Los relatos serán publicados cada viernes en el blog de Mil y una narraciones, por lo que les dejo AQUÍ el link con las bases de la colaboración por si están interesados en participar.  

Ahora sí, les comparto mi participación con un relato de 238 palabras, espero que les guste:

✧ ── La respuesta está en la noche.୭̥*

Daba vueltas en la cama sin poder dormir. En realidad, me ha costado mucho conciliar el sueño desde que mis amigos murieron en el bosque aquel día de campamento. Algunos decían que los había matado el Youaltepuztli, debido a que sus torsos estaban abiertos con el corazón expuesto, una imagen que me había aterrorizado y que no podía sacar de mi cabeza. Mis amigos habían muerto. Asesinados por una persona y no por un ser mitológico, de ello estaba segura, aunque todos me dijeran lo contrario.

De pronto, escuché un ruido que provenía de la calle. Sonaba como zarpas que se arrastraban por el pavimento. Un escalofrío recorrió mi espalda ante aquel ruido. Una parte de mí me decía que me asomara, pero otra, llena de miedo, me decía que me quedara en la cama, que no fuera a la ventana a ver de dónde provenía el sonido.

La curiosidad pudo más, por lo que, de manera lenta y aún con un hilo de miedo, me acerqué a la ventana para ver qué estaba ocurriendo afuera. Al asomarme, vi que en la calle estaba caminando lentamente un ser con forma humana, pero con patas de ave en lugar de piernas y sin mandíbula. El horror se ahogó en mi garganta al percatarme de que se trataba de Ixpuxtequi. El miedo me paralizó, y me quedé mirando fijamente a este ser monstruoso que recorría las calles solitarias del pueblo.

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Con esto concluimos el día de hoy, espero que les guste el relato, como siempre me encantaría conocer su opinión al respecto.

¡Nos vemos en la próxima, chao!