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Colaboración #10. Mil y una narraciones: El Mictlán- Capítulo 7: Teyollocualoyan (El Lugar donde se come el Corazón)

marzo 14, 2025

¡Hola a todos! Me complace anunciar una nueva entrega de mi colaboración con el blog Mil y una narraciones. Esta iniciativa consiste en elaborar un microrrelato de fantasía con una extensión de 200 palabras y proporcionar una imagen relacionada con el relato. 

 

Los relatos serán publicados cada viernes en el blog de Mil y una narraciones, por lo que les dejo AQUÍ el link con las bases de la colaboración por si están interesados en participar.  

 

Como parte de esta colaboración he creado una serie de nueve capítulos que se publicarán semanalmente hasta marzo. Juntos, recorreremos el camino hacia el Mictlán, el inframundo de la mitología mexica y nahua, por lo que en esta ocasión les traigo el séptimo capítulo de este relato que consta de 280 palabras, espero que les guste:

Colaboración #10. Mil y una narraciones: El Mictlán- Capítulo 7: Teyollocualoyan (El Lugar donde se come el Corazón)

── Capítulo 7: Teyollocualoyan - El Lugar donde se come el Corazón.̥*

Al adentrarse en la densa jungla, Lucía y Alitzel se encontraron en un mundo de sombras y sonidos desconocidos. La vegetación era exuberante, pero la atmósfera era opresiva. Alitzel le advirtió que habían llegado a Teyollocualoyan, el lugar donde las almas se enfrentaban a sus miedos más profundos.

De repente, un rugido ensordecedor rompió el silencio. Un jaguar de ojos dorados emergió de la espesura, sus músculos tensos y su mirada fija en Lucía. El corazón de Lucía se aceleró ante lo que se avecinaba.

El jaguar avanzó con sigilo, sus garras arañando la tierra. Lucía retrocedió, pero estaba acorralada. La adrenalina inundó su cuerpo. Se dio cuenta de que el jaguar era más que un animal, era una representación de todos sus miedos: el miedo a la oscuridad, el miedo a lo desconocido, el miedo a la muerte.

Cerró los ojos y respiró profundamente. Recordó todas las pruebas que había superado en el Mictlán. Había enfrentado el dolor, la pérdida y la soledad. Era más fuerte de lo que creía.

Abrió los ojos y miró al jaguar a los ojos. En ese momento, una profunda calma la invadió. El jaguar, al sentir su determinación, se detuvo. Los dos se quedaron inmóviles, mirándose fijamente.

En ese instante, Lucía comprendió que el verdadero peligro no estaba afuera, sino dentro de ella misma. El jaguar era solo un reflejo de sus miedos más profundos. Con un suspiro, dio un paso hacia adelante. El jaguar retrocedió, sorprendido por su determinación.

Lucía había vencido a su mayor enemigo: a sí misma. Se había enfrentado a sus miedos y había salido invicta. Al salir de la jungla, se sentía más ligera y libre que nunca.

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Con esto concluimos el día de hoy, espero que les guste el relato, como siempre me encantaría conocer su opinión al respecto.

 

¡Nos vemos en la próxima, chao!

Colaboración #10. Mil y una narraciones: El Mictlán- Capítulo 7: Teyollocualoyan (El Lugar donde se come el Corazón)
 

 

 

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