¡Hola a todos! Me complace anunciar una nueva entrega de mi colaboración con el blog Mil y una narraciones. Esta iniciativa consiste en elaborar un microrrelato de fantasía con una extensión de 200 palabras y proporcionar una imagen relacionada con el relato. 

Los relatos serán publicados cada viernes en el blog de Mil y una narraciones, por lo que les dejo AQUÍ el link con las bases de la colaboración por si están interesados en participar.  

 

Hoy por fin concluimos con el último capítulo de este microrrelato sobre el Mictlán, el inframundo de la mitología mexica y nahua, este capítulo consta de 287 palabras, espero que les guste:

 

✧ ── Capítulo 9: Chicunamictlan - Las Nueve Regiones de los Muertos.୭̥*

Al dejar atrás el jardín, Lucía y Mictlantecuhtli se encontraron en una vasta llanura envuelta en una niebla espesa. El silencio era absoluto, interrumpido solo por el sonido de sus pasos. Habían llegado a Chicunamictlan, el último nivel del Mictlán, donde las almas serían juzgadas por sus acciones en vida.

La niebla comenzó a disiparse, revelando una macabra ciudad construida con huesos humanos. En el centro, sobre un trono hecho de cráneos, se sentaban Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, los señores de la muerte. Sus ojos, como pozos sin fondo, parecían penetrar en el alma de Lucía.

Mictlantecuhtli tomó el libro de la vida de Lucía y comenzó a leer en voz alta. Cada palabra era como un juicio, una evaluación de sus actos y sus pensamientos. Lucía sintió un nudo en la garganta, pero se mantuvo firme.

Al terminar de leer, Mictlantecuhtli cerró el libro.

—Has vivido una vida llena de desafíos y de crecimiento. Has demostrado valentía, compasión y sabiduría. Por lo tanto, te concedo el descanso eterno— dijo Mictlantecuhtli de manera apacible y carente de emoción.

Lucía cerró los ojos y sintió una gran paz.  Había temido el juicio, pero había sido liberada. En ese momento, su cuerpo comenzó a brillar intensamente. Se sintió ligera, como si estuviera flotando.

A medida que su cuerpo se desintegraba, se transformó en una multitud de mariposas monarca. Las mariposas se elevaron hacia el cielo, formando una hermosa danza en el aire. Lucía, ahora una parte de la naturaleza, se sintió conectada con todo lo que existía.

Había completado su viaje por el Mictlán. Había enfrentado sus miedos, perdonado sus errores y encontrado la paz. Su alma, libre de las ataduras del mundo terrenal, se elevaba hacia un nuevo destino.

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Con esto concluimos el día de hoy, espero que les guste el relato, como siempre me encantaría conocer su opinión al respecto.

 

¡Nos vemos en la próxima, chao!