¡Hola a todos! Me complace anunciar una nueva entrega de mi colaboración con el blog Mil y una narraciones. Esta iniciativa consiste en elaborar un microrrelato de fantasía con una extensión de 200 palabras y proporcionar una imagen relacionada con el relato. 

Los relatos serán publicados cada viernes en el blog de Mil y una narraciones, por lo que les dejo AQUÍ el link con las bases de la colaboración por si están interesados en participar.  

 

Como parte de esta colaboración he creado una serie de nueve capítulos que se publicarán semanalmente hasta marzo. Juntos, recorreremos el camino hacia el Mictlán, el inframundo de la mitología mexica y nahua, por lo que en esta ocasión les traigo el tercer capítulo de este relato que consta de 324 palabras, espero que les guste:

✧ ── Capítulo 3: Tepetl Monamicyan - Las Montañas Gemelas.୭̥*

Lucía emergió de la niebla para encontrarse ante dos gigantescas montañas que se erguían ante ella, sus cumbres casi tocando el cielo. Una profunda grieta las separaba, reduciéndose a medida que se elevaba hacia arriba. Alitzel, su guía, explicó que, para continuar su viaje, debía atravesar esa estrecha abertura.

El corazón de Lucía se aceleró. La inmensidad de las montañas la hacía sentir pequeña e insignificante. Recordó la vez que había intentado escalar una montaña de verdad, durante una excursión con sus amigos. Había llegado hasta la mitad, pero el vértigo la había vencido y había tenido que regresar. ¿Podría superar este nuevo desafío?

Con un profundo suspiro, Lucía comenzó a escalar la pared rocosa. Cada roca que sujetaba, cada paso que daba, la acercaba un poco más a la cima. Sin embargo, a medida que ascendía, la grieta se hacía cada vez más estrecha, y la sombra de las montañas la envolvía en una sensación de claustrofobia.

Recordó el día que había perdido su empleo. La desesperación la había consumido, pero había logrado salir adelante gracias al apoyo de sus amigos y a su propia determinación. Esa experiencia le había enseñado que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una salida.

Con renovada fuerza, Lucía continuó escalando. Las montañas, con su inmensa masa, parecían simbolizar los obstáculos que había enfrentado a lo largo de su vida. Cada desafío superado la había hecho más fuerte.

Al fin, llegó a la cima. El viento le azotaba el rostro mientras contemplaba el impresionante paisaje que se extendía ante ella. Otros niveles del Mictlán se vislumbraban a lo lejos, cada uno con sus propios misterios.

—Has demostrado una gran determinación, Lucía —dijo Alitzel con una sonrisa—. Las montañas gemelas representan las dualidades de la vida: el miedo y la valentía, la oscuridad y la luz. Has superado ambas.

Lucía asintió, había superado otro desafío y estaba un paso más cerca de llegar a la meta.  

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Con esto concluimos el día de hoy, espero que les guste el relato, como siempre me encantaría conocer su opinión al respecto.

 

¡Nos vemos en la próxima, chao!